Pero Marcelo ! lo escuche asombrado y le replique: a mi no podes decirme nada, cómo te atreves vos a decirme a mi. M e arrepentí casi inmediatamente de lo dicho. Había estado toda la tarde trabajando tratando de arreglar, de solucionar un corte de luz que había dejado a oscuras la cocina, el tubo fluorescente, una lampara, el enchufe de la heladera y los dos que están sobre la mesada sin que les llegara energía. Revisé con mi nulo conocimiento las tapas las conexiones y no encontré qué provoco el corte. Toda la tarde mentando a mi viejo que con un busca polo, una pinza y un destornillador hubiera resuelto el tema con su acto de magia, como resolvía los arreglos de las viejas radios, las planchas y todo lo eléctrico que pudiera desarmar. Me acosté sin poder resolverlo, de madrugada me levanté de la cama di unos pasos me senté a los pies y ahí a mi lado lo vi y escuche su ligero reproche, "Pero Marcelo" era un cómo no pudiste arreglarlo, dale vos podes, escucho ahora que quis...
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